En 1889 Charles Duell, comisario de la Oficina de
Patentes y Marcas de Estados Unidos anuncio que ya nada podía ser inventado por la humanidad, que ya se había llegado al final de la creatividad y no había ya
capacidad de superar lo que hasta ese entonces había sido descubierto. Era tal su convencimiento que el propio Charles pidió al congreso Americano que cerrara la Oficina de Patentes ya que no habría nada más por registrarse.
Aproximadamente en esa fecha, el
obispo protestante de Iowa Milton Wright, reafirmaría la frase de Duell en una entrevista al decir que el fin del mundo
estaba ya por llegar y la señal era que el hombre había inventado ya todo lo que se podía inventar.
A más de dos siglos después de estas declaraciones sabemos que ninguna de las dos cosas ha
sucedido. La vertiginosa velocidad del cambio hace que no podamos ni imaginar
lo que ocurrirá a futuro más cercano, y vivimos tan acostumbrados a las maravillas del mundo
moderno que ya ni nos asombramos ante la cantidad de cosas que suceden a
nuestro alrededor.
No nos queda tiempo de pensar que
todo esto no es más que el resultado de
investigaciones científicas producto de mentes
especializadas que después de pruebas continuas
llegaron a perfeccionar una vaga idea,
un chispazo repentino que les dio la oportunidad de emplear todo su
conocimiento para lanzarse del anonimato al mundo de la posteridad.
Con tan vasta cantidad de información, nos hemos involucrado en un mundo de exigencias, la necesidad de
aprender se ha convertido en prioridad para asimilar lo que experimentamos,
superarnos en forma personal para no estar desfasados es imperante. La superación personal solo puede ser acompañada por la excelencia. La excelencia solo puede ser lograda si la
formación del individuo rechaza la mediocridad
la ignorancia y el fracaso. La formación
individual estriba en una férrea autodeterminación, disciplina y sobretodo en una buena educación.
Las entidades educativas del mundo
moderno están conscientes de la exigencia del
cambio en sus recintos escolares para forjar mentes que vayan de la mano con
las nuevas tecnologías y los nuevos avances, las últimas
corrientes hablan sobre la necesidad de una
revolución en la educación y no en una evolución. Las evoluciones solo están
basadas en reformas que tratan de reparar patrones que han colapsado. Una
revolución educacional esta cimentada en
la creación de nuevos parámetros
con carácter vanguardista, con una visión renovadora, especializando el proceso
de enseñanza aprendizaje con técnicas de avanzada, sólida y futurista, para que las
generaciones puedan descubrir lo que aún
no se ha visto, explotando más allá
el límite de sus capacidades.
Talvez ustedes mismos
dirán imposible! en estos tiempos, ya casi
todo ha sido descubierto. Eso mismo se dijo en 1889 y el mundo se asombró
después al atestiguar que volar no era solo
una habilidad para los pájaros. Ni hablemos de las últimas maravillas de la cibernética que se han hecho tan indispensables
en nuestro mundo cotidiano. La responsabilidad de actualizar y mejorar el mundo
en que vivimos está en sus manos, no hay argumentos válidos para decir no puedo. Ahora que
parten en un viaje hacia un mundo incierto les ayudamos a empacar, ponemos en
su maleta una ración de valor, una libreta con indicaciones
de como vencer el temor ante las adversidades, dándoles
un pasaporte que les garantiza su entrada a cualquier universidad del mundo con
una visa que da testimonio de una
capacitación de rango superior, extendida en una
academia acreditada internacionalmente
con programas que avalan su estadía
en cualquier lugar del mundo.
Y este mundo sigue su
curso, en el hemisferio norte llega el tan ansiado verano y el Reino Unido se
viste de gala, primero para celebrar el acontecimiento del año, el Jubileo de Diamante en honor a su
Soberana, quien después de 60 años
de reinado ha mantenido con hidalguía la tradición
y la corona de un país que se mantiene fuerte en un mundo
tambaleante e impredecible. Después
de esta celebración, Londres como puerta principal, se
abre y da la bienvenida a incontables atletas que se darán cita para mostrar al mundo los
resultados de cuatro años de duro entrenamiento. En lo personal
disfruto mucho de estas competencias, no solo por la calidad de esfuerzo humano
que se muestra sino por el despliegue de los últimos
avances en cuestión de tecnología.
El oro, la plata y el
bronce será para los mejores, la elite mundial,
subirán al podio donde todos quisiéramos estar y al que solo llegaran los
que trabajaron duro los que llegaron a competir con espíritu
positivo, dando lo máximo poniendo alma mente y cuerpo para
también ser parte de la posteridad.
De igual manera, esta
noche, se les está premiando con oro a los vencedores
después de meses de fuerte lucha. En cuatro o
cinco años, esperamos verlos una vez más en el podio de los vencedores
coronando su carrera y quien sabe a lo mejor ya famosos por el descubrimiento
de algo a lo que ni siquiera nos imaginamos. A eso hay que aspirar.
Cierro con algo que un
genio del mundo moderno nos dejó. El gran Steve Jobs dijo:
“Tu
tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida en
base a otros. Que no te atrapen los dogmas....lo cual no es más que vivir con los resultados del
pensamiento ajeno. No dejes que el ruido de las opiniones externas ahoguen los de
tu voz interna. Y más importante aún,
ten el valor de seguir a tu corazón
y sus intuiciones. Ya que ellas saben en lo que realmente tú te quieres convertir"
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